22. Happy birthday to you

Happy birthday to you

Love Marsden

Había llegado el gran día ¡era el cumpleaños de Rennier! Love y Rosemary sabían que el castaño no era fanático de festejar sus cumpleaños, pero no podía oponerse si no sabía lo que ellas habían estado organizando a sus espaldas aprovechando el sinfín de tontos mandados que Love le había encargado a Rennier las últimas semanas. Apenas había pasado el mediodía y Love y Rosemary ya tenían todo listo, habían preparado la comida favorita de Rennier, una tarta de cumpleaños y un montón de cupcakes y tonterías de pastelería para agasajarlo. No solo eso, habían decorado el living comedor con guirnaldas y Love se las había ingeniado para comprarle un presente a Rennier, era una tontería en comparación de todo lo que él hacía por ella desde que cuidaba de Love.

Rosemary había sacado la mejor vajilla para esa ocasión y se había permitido arreglarse más de la cuenta también, todo estaba listo y ambas mujeres no cabían en sí de la ansiedad que les generaba que Rennier estuviera por llegar. Un juego de llaves sonó en la puerta, Love le había hecho un juego a Rennier la semana anterior y ella y Rosemary se miraron encantadas.

- ¡Feliz cumpleaños!- chillaron ambas en cuanto Rennier entró en la pequeña casa de Love. Su rostro furioso cambió por completo a uno desencajado y sorprendido ante lo que tenía delante- Felicidades, Renn..- dijo Love, quería abrazar a Rennier, pero él aún seguía tan serio que no sabía si eso era lo mejor, maldición, ahora nada de lo que habían preparado con tanto esmero le parecía buena idea. Love dio un paso hacia atrás, una mueca en sus finos labios rosados. La relación entre ambos había mejorado tanto en esas pocas semanas luego de que ella volviera de la clínica que un pequeño festejo sorpresa le había parecido lo mejor, había sido una tonta.

Con Rennier Novick · 13 Hrs. · Hogar de Love

Happy birthday to you

Rennier Novick

Su alarma había comenzado a sonar a las 5:30 a.m para hacerle saber que ya era hora de levantarse de la cama y empezar el día. Rennier prendió el equipo de música como cada mañana y luego de sintonizar la radio que le gustaba y bajar un poco el volumen para que ninguno de sus vecinos fuera a quejarse, se dirigió a la cocina a prepararse el desayuno. Un buen par más de canciones tuvieron que pasar hasta que él terminó su gran desayuno americano y acomodó todo en la cocina, el muchacho luego se puso ropa más cómoda y luego salió al parque, dispuesto a correr y ejercitar un rato. Su reloj de muñeca marcaba las 10:19 cuando dobló en la esquina del edificio donde vivía para volver a su casa y darse un buen baño, todavía le quedaban un par de horas más antes de que comenzara su horario laboral. Solo tuvo que hacer un par de pasos más antes de reconocer a lo lejos a una de las hijas de su padre, Cleopatra estaba sentada en la escalinata de su edificio con un paquete en su regazo.

El resto de la mañana fue un maldito desastre y a pesar de que apenas era mediodía cuando él volvió a dejar su apartamento para ir a trabajar, Rennier ya podía decir que ese era el peor cumpleaños que había tenido. Llegó a la casa de Love media hora antes pero se obligó a parar en la esquina para poder tranquilizarse antes de ver a la rubia, después de todo ese era su trabajo y él era un hombre ante todo muy profesional. Cuando consideró que ya estaba apto para trabajar tomó su juego de llaves del bolsillo delantero de su jean y abrió la puerta para encontrarse al pasar con el living decorado por su cumpleaños y las sonrisas amplias de Rosemary y Love.

Rennier se quedó con el rostro desencajado y los ojos bien abiertos, observando todo antes de cerrar la puerta tras él y acercarse a Love, quien ahora lo veía con miedo casi y había dado un paso hacía atrás. El rubión la tomó en brazos y la abrazó con fuerza, apretando su menudo cuerpo contra el suyo. - Gracias - murmuró, estaba realmente sorprendido y también agradecido. Tanto que por un segundo había olvidado todo el asunto familiar de porquería de esa mañana.

Con Love Marsden · 13 Hrs. · Hogar de Love ©

Happy birthday to you

Love Marsden

La mirada asombrada de Rennier encontró a Love y su actitud cambió por completo, él cerró la distancia entre ambos al tomarla entre sus brazos para estrecharla contra su pecho en un abrazo íntimo que llenó cada fibra del menudo cuerpo de Love. Sus brazos femeninos se enredaron alrededor del cuello de Rennier, disfrutando como él la levantaba unos pocos centímetros del suelo. Y pobre de ella que disfrutaba más de lo estrictamente profesional de aquellos pequeños momentos. Love se dejó soltar lentamente por Rennier hasta que él la volvió a dejar en el suelo sobre sus propios pies. Ésta vez, cuando observó a Rennier, había una sonrisa en sus labios.

- Hemos preparado algo especial para ti por tu cumpleaños, siéntate a la mesa..- le dijo Love desapareciendo hacia la cocina, dejando a Rennier con Rosemary, que le palmeó el hombro con suavidad dándole sus buenos deseos antes de conducirlo a la mesa. Love los serviría a ambos ese mediodía, había planeado todo, desde la entrada hasta el café que serviría con el postre. Había una energía alegre y festiva en la pequeña casita de Love ese día y es que el planear el cumpleaños de Rennier la tenía motivada y feliz- Bien, la entrada es una ensalada de hojas verde, aceitunas negras, almendras, crutones y tomates cherry aderezada con salsa Caesar..- la voz de Love era un canturreo alegre mientras ponía los pequeños platos con ensalada delante de sus dos comensales, dejando el último en el espacio vacío para ella.

La entrada duró poco, Rennier era un hombre de buen apetito y la ensalada solía ser menos que una entrada para él. Love no demoró en traer el plato principal para él, esa comida que le había contado que le gustaba tanto y hubiera jurado que lo vio babear cuando ella puso su plato delante de él. Algo en su interior se removía de saber que lo hacía feliz con algo tan pequeño como un plato de comida.

Con Rennier Novick · 13 Hrs. · Hogar de Love ©

Happy birthday to you

Rennier Novick

Rennier prolongó el abrazo mucho más de lo estrictamente profesional mientras disfrutaba sin quererlo de tener a Love en sus brazos, la calidez y el perfume de su jefa lo envolvía de tal forma que no pudo evitar sonreír. Sus ojos buscaron los de ella cuando los pies de Love volvieron a tocar el piso y ellos se separaron, no podía creer que ella había hecho todo eso para él. Rennier nunca había sido un hombre muy festivo y menos con su aniversario de nacimiento pero había dejado de celebrar por completo sus cumpleaños al comenzar a trabajar como seguridad en entretenimientos. Para él no tenía sentido dado que no tenía muchos amigos allí, no se hablaba con su familia y llevaba un buen tiempo sin estar en una relación estable. Por eso significaba tanto que Love, siendo su jefa y no su amiga -a pesar del trato que habían adquirido hacía un par de semanas- organizara esa pequeña fiesta para él, más aún cuando ella estaba todavía saliendo de su estado depresivo.

Love desapareció de su vista unos instantes después y él se quedó con Rosemary, quien lo saludó de manera más acorde palmeando su hombro y hablando tonterías con él mientras se dirigían a la mesa. Rennier le estaba contando a la mujer que era su cumpleaños veintinueve cuando la rubia volvió a aparecer en la sala, esta vez cargando con platos y una sonrisa fresca en su rostro. Rennier observó con alegría la comida que ella había puesto en el plato frente a él, no había nada mejor que una cena de varios platos para el muchacho - Todo se ve genial, gracias otra vez. - le dijo él acomodándose la servilleta mientras Rosemary llenaba las copas de los tres.

La entrada había sido deliciosa pero Rennier no pudo creer sus ojos cuando Love le llevó el plato principal, era su comida favorita y él no cabía en sí mismo de la felicidad que sentía. Era raro pasar tanto tiempo sonriendo, hacía mucho tiempo que no se sentía tan alegre y era justo lo que necesitaba luego de la visita de su hermana. - Love, eres increíble.. - le dijo con una sonrisa, Rennier alcanzó a Love para dejarle un beso en su mejilla antes de volver rápidamente a su plato y comenzar a comer. Renn soltó un gruñido de placer al probar el primer bocado, la carne estaba deliciosa. - Deberías ser chef.. - le dijo en una pausa antes de seguir con su plato, Rosemary se rió mientras negaba con la cabeza.

Con Love Marsden · 13 Hrs. · Hogar de Love ©

Happy birthday to you

Love Marsden

Rosemary le había propuesto la cocina a Love como una manera de amigarse con la comida y despejar su mente, el ama de llaves era una mujer negra, fuerte, que había aprendido a sobrevivir y ser feliz centrándose en aquello que la hacía feliz, sus hijos y la cocina. Por eso no había dudado en aceptar el empleo con Love cuando se lo propusieran, había visto la Sit-com de la que ella participaba y siempre le había parecido muy delgada. Había visto en la primera fila como las drogas, la depresión y la anorexia consumían a Love y siempre había permanecido a su lado, apoyándola y cuidándola como podía. La llegada de Rennier había sido una bendición para ella.

- No creo que sea para tanto...- dijo Love, ella no era increíble e iba a decírselo, pero la mente se le quedó en blanco cuando Rennier la tomó con suavidad por la cintura para besarla en la mejilla, apretando su rostro masculino contra el de ella por varios segundos, haciendo que Love se sonrojara y que volviera a su plato con la mirada tímida para terminarse lo que le quedaba de ensalada y poder ir por el plato principal- Rosemary es quien debería tener su propio programa de cocina, ella me ha enseñado mucho..- dijo luego de servir las tres porciones del plato principal, la de Love llevaba tofu en lugar de lomo, pero aún así ella se las había ingeniado para que quedara delicioso.  

Y es que se sentía una pequeña, pero desde que Rennier la había sujetado de esa forma, que Love no podía evitar ruborizarse un poco cada vez que lo veía. Rosemary le palmeó con gentileza el hombro antes de recoger los platos para ir por el último paso del almuerzo. Ambas le habían dejado claro a Rennier que si se levantaba para ayudar, se quedaría sin regalo de cumpleaños.

Rosemary regresó a la sala con una bandeja de tres tazas con café y apagó las luces para dar paso a Love que entró con un pastel en sus manos para Rennier con un simpático guarda espaldas encima. La mirada de Love volvió a encontrar a Rennier que no dejaba de mirarla mientras ella y Rosemary cantaban para él hasta que apagara la vela que habían puesto encima del pastel.

Con Rennier Novick · 13 Hrs. · Hogar de Love ©

Happy birthday to you

Rennier Novick

Rennier ya había elogiado a Rosemary en otras ocasiones, su compañera de trabajo había cocinado dos o tres veces comidas un poco más livianas y simples para él hacía un par de meses atrás, cuando la enfermedad de Love estaba en su punto más bajo y ambos pasaban la mayoría del tiempo en casa de su jefa. Ellos nunca habían hablado mucho sobre sus vidas con el otro y el trato en su relación se mantenía de manera más bien profesional pero desde el primer día que Rennier se había logrado encariñar un poco con ella, algo de su personalidad tan dedicada le recordaba a su madre. Pero era algo que él nunca le había dicho y posiblemente nunca lo haría.

La cena se le hizo muy amena, él no comenzó a hablar casi hasta después de terminar su plato. Rennier era de comer rápido de por sí pero además la comida estaba deliciosa. Rosemary era quien guiaba la conversación, la mujer les contó una anécdota divertida sobre un cumpleaños en su adolescencia que los hizo reír a los tres por un momento, él la escuchaba muy atentamente pero no podía evitar perderse un poco cuando su mirada iba en busca de la de Love y la sorprendía mirándolo también, para que luego ambos volvieran la vista rápidamente a sus platos o al ama de llaves.

Ren ofreció ayuda varias veces hasta que le dijeron que se quedaría sin regalo si lo hacía y entonces optó por callarse, tenía mucha curiosidad sobre qué le habían regalado, aunque para él la fiesta ya era suficiente. Llegó el momento del pastel y las dos mujeres fueron a la cocina dejándolo solo un momento. Rosemary fue la primera en volver a la mesa con una bandeja con tres tazas de humeante café y luego de apagar las luces, Love apareció con un gran pastel. Rennier entrecerró un poco los ojos para apreciar con detalle la figura encima para luego soltar una carcajada al distinguir que se trataba de un guardaespaldas.

Love puso frente a él la torta con la vela ya encendida y se alejó un poco para cantarle con Rosemary el feliz cumpleaños, Rennier miró algo incrédulo la torta primero y luego toda su atención volvió a su jefa, durante toda la fiesta él no había podido despegar su mirada de Love, se sentía algo hipnotizado incluso por ella. El muchacho volvió su mirada al pastel y sopló con fuerza la vela una vez que ellas terminaron de cantar. No cerró los ojos ni pidió deseos, esa tradición de cumpleaños le parecía algo boba e infantil. Ambas mujeres aplaudieron al unísono cuando terminó y él corrió la silla para atrás para poder levantarse, rodeando una vez más a Love con sus brazos.

Con Love Marsden · 13 Hrs. · Hogar de Love ©

Happy birthday to you

Love Marsden

Los regalos para Rennier habían sido comprados por Rosemary, no porque Love no quisiera ir a comprarlos, sino porque no quería llamar la atención de los paparazzi sobre ella y que rumorearan. Pero Love se había esmerado mucho en confeccionar la lista de regalos que Rosemary debía conseguir para uno de sus hijos. En cuanto Rennier terminó de soplar las velas volvió a abrazar a Love, pegándola a su pecho, sus brazos en la femenina cintura. Love sonrió con timidez, escondiendo su rostro en el cuerpo de Rennier, dejando que él la acunara contra su cuerpo, se sentía tan bien y al estar en la intimidad de su hogar, no se sentía en la obligación de disimular aquello.

Rosemary carraspeó con suavidad, llamándoles la atención a ambos. El ama de llaves cargaba con varias bolsas de regalo en sus manos y una sonrisa amplia en su rostro. Love se soltó con suavidad y lentitud de Rennier, tomándolo de la mano para llevarlo donde Rosemary para que él pudiera ver su regalo. Claro que se había extra limitado con todos esos regalos, pero ¿eso importaba? ni un poco. Love comenzó a tenderle las bolsas a Rennier, diciéndole que el regalo era de parte de las dos. Los regalos eran: un suéter verde de cuello en V, un reloj negro, y un perfume que le había encantado y que esperaba que quedara increíble en la piel de Rennier.

- Esperamos que te gusten, fueron tema de debate por semanas..- admitió Love ruborizada, había una infantil ilusión en sus ojos al pensar en cuanto podía gustarle aquello a Rennier. Y es que de una forma que no comprendía, ella quería que aquellas tonterías que había escogido lo hicieran feliz. Rennier era guapo, pero cuando sonreía, por amor a Dios, rozaba lo ilegal.

Con Rennier Novick · 13 Hrs. · Hogar de Love ©

Happy birthday to you

Rennier Novick

Rennier sabía que aquello no era correcto y que un saludo afectuoso y corto hubiera bastado para expresar su agradecimiento pero sentía que no lo podía evitar. Era tan raro dejarse llevar por esos sentimientos. Desde que había empezado a trabajar para ella que la consideraba una muchacha hermosa, pero eso había quedado en segundo plano y él siempre había podido cumplir su trabajo de manera profesional. Hasta ahora.

Rosemary carraspeó y ellos se separaron, la mano del guardaespaldas pasó de la cintura de Love a su mano mientras ella lo llevaba hasta el ama de llaves para abrir los obsequios. No podía creer todas las bolsas que su jefa le iba pasando, ¿cómo podía ella ser tan increíble? Rennier se tomó un momento para fijar su mirada en ella antes de comenzar a abrir sus regalos. Love se veía feliz y él sentía que ese era el mejor regalo que podía recibir, verla así. A pesar de que no hacía mucho tiempo que ellos habían comenzado a acercarse más al otro, Rennier siempre se había preocupado por ella. Realmente llegó un punto donde creyó que más allá de sus esfuerzos y los de Rosemary, Love iba a morirse. Así que verla tan animada era algo increíble.

- De verdad no deberían haberse molestado - les dijo mientras sacaba de una de las bolsas el sueter, era un hermoso color. Rennier mantuvo su sonrisa amplia mientras admiraba el reloj y el perfume. Eso era más de lo que merecía. - Son increíbles, me encantan - les dijo mirandolas a ambas, Rennier tomó las bolsas y las dejó a un costado. Se probó el sueter primero, la prenda le quedaba muy bien. Ese era el ojo detallista de Rosemary, seguramente había sabido su talle con tal solo verlo el primer día. Luego se puso el reloj en la muñeca izquierda y finalmente el perfume en su cuello. - ¿Cómo me queda? - le preguntó, ahora directamente a Love mientras se acercaba a ella. La tomó nuevamente de la cintura para acercarla a su cuello. Rosemary negó con la cabeza al verlo, Rennier tenía que dejar de buscar excusas para tenerla tan cerca.

Con Love Marsden · 13 Hrs. · Hogar de Love

Happy birthday to you

Love Marsden

Si bien Rennier y Love no podían comprender lo que comenzaba a sucederles, Rosemary no dudaba de hacia donde iban. Y le encantaba el camino que estaban tomando, pero ella no podía olvidar que vivían en tiempos violentos y que ambos peligraban, en especial Love, que a pesar de ser una destacada estrella en Entretenimientos, no dejaba de ser considerada como una potencial amenazada debido a que su hermano mayor era un desertor. Parte del motivo de que tuviera un guardaespaldas personal se debía a eso, aunque ni siquiera el mismo Rennier lo supiera.

El perfume que le regalaron a Rennier le quedaba de maravillas en su piel, o eso era lo que Love debió decirle si hubiera podido hacer algo más que abrazarse a su cuello, apretando su delgado cuerpo al de Rennier que parecía reaccionar silenciosamente a ella. Rosemary los dejó a solas con la excusa de que estaba cansada y sus viejos huesos necesitaban reposar, apenas si había pasado la media tarde, pero Love ya le había aclarado que luego del almuerzo ella tenía el resto del día libre.

- Me gusta, me gusta mucho..- susurró Love por fin apretando su rostro contra la piel fibrosa del cuello de Rennier, un beso suave de sus labios allí. Podía sentir su rostro arder pero ni ella ni Rennier se soltaban, solamente estaban de pie abrazados en el medio de su sala de estar. Mucho más cerca uno del otro de lo que requería su relación profesional.

Con Rennier Novick · 16 Hrs. · Hogar de Love

Happy birthday to you

Rennier Novick

El brazo musculoso de Rennier mantenía cerca el menudo cuerpo de Love al suyo, más cerca el uno del otro de lo que nunca habían estado. Una sonrisa se hizo en los labios de Rennier cuando ella le dijo que le gustaba en ese susurro tan sensual, comenzando a imaginar a su jefa en situaciones que no eran para nada profesionales ni requerían ropa. Alejó a Love de él cuando se percató de la situación y de su cuerpo reaccionando a la cercanía, intentando que sea lo más suavemente posible aunque fue de un momento a otro. Ren siempre intentaba tratarla de la manera más delicada que le fuera posible, incluso aunque él siempre había sido algo brusco, pues Love le parecía una muñeca muy frágil que podía quebrarse en cualquier momento.

Levantó la cabeza para mirarla cuando se separaron, su jefa lo miraba con los ojos abiertos sin entender qué había pasado y sus mejillas todavía sonrojadas. Él se rascó el cuello donde los labios de ella habían estado unos momentos atrás y paseó su mirada por la sala de manera disimulada, notando por fin la ausencia de Rosemary. - Creo que solo quedamos tú y yo hoy... - murmuró, volviendo su mirada a una Love que parecía algo confundida. De repente Rennier se sentía incómodo, no tenía idea de cómo actuar ahora frente a ella después de sentir que había hecho el ridículo sobrepasandose con su jefa. Y es que ¿en qué estaba pensando? Love venía de otro mundo, ella era una estrella famosa y además una chica que había llevado una vida un tanto conflictiva. Su mundo estaba muy alejado del de Rennier.

Con Love Marsden · 13 Hrs. · Hogar de Love

Happy birthday to you

Love Marsden

Con Rennier Novick · 16 Hrs. · Hogar de Love