15. No Hope, no Love, no Glory

No Hope, no Love, no Glory

Love Marsden

Los últimos dos días habían sido oscuros y penosos, Love era parte del reparto de una de las comedias de la tarde, pero su vida personal era más parecida a un drama. La depresión y las drogas sintéticas eran una mala combinación, Rennier -su guardaespaldas- la había encontrado dos días atrás tirada en el piso de su habitación con los ojos entreabiertos, el cuerpo helado y espuma saliendo de su boca. Love había sufrido una sobredosis de drogas, había mezclado sus anti depresivos con éxtasis y cerveza, un cóctel que hubiera sido mortal de no ser porque Rennier la había tomado entre sus brazos para llevarla a un hospital para que le hicieran un lavaje de estómago. 

- Ya puedes marcharte Rennier, me haré una taza de té y me iré a dormir..- dijo Love con demasiada calma mientras salía con lentitud del automóvil para meterse por fin en su hogar. Love había elegido una casa pequeña a varios minutos del centro de su facción, quería un jardín en el que poder poner una pequeña hamaca para tomar té helado allí y leer un libro cuando se sintiera muy estresada y eso no podía tenerlo en un apartamento- Has registrado toda la casa, no tengo más droga escondida y tu tienes lo que me recetó el psiquiatra..- insistió al ver que Rennier entraba con ella a su casa con un pequeño bolso al hombro. 

Rennier ya le había dicho que se quedaría con ella por varios días hasta que realmente comenzara a demostrar una mejoría real en su tratamiento para la depresión. Era paradójico, en su show Love se dedicaba a hacer reír a los demás, pero ella no tenía nada que la hiciera reír. La ironía. 

Con Rennier Novick · 20 Hrs. · Apartamento de Love

No Hope, no Love, no Glory

Rennier Novick

Hacía algún tiempo que Rennier había empezado a encargarse de la seguridad personal de Love y para ese tiempo él no se imaginaba como sería trabajar para ella, creyendo que lo más molesto del trabajo serían los fans acosadores de la joven actriz. Pero se había equivocado, ellos (por más intensos y por ende violentos que pudieran ser algunas veces) eran un maldito día de picnic en el campo al lado de los problemas de la castaña. Y es que Ren tenía un asiento en primera fila todos los días para ver como Love se arruinaba la vida con toda esa porquería.

Después de la sobredosis se había replanteado si realmente quería seguir siendo parte de todo ese circo pero no había podido renunciar e iba más allá de lo bien que el trabajo pagara en comparación a los demás. Su prima había fallecido hacía siete años a causa de una sobredosis y ahora para él era algo personal. Ahora era Love quien lo necesitaba y él no se iría hasta que ella hubiera recuperado el control de su vida. Es por eso que hacía dos noches que no se separaba de su lado, una vez que ella lo había aceptado incluso le había ofrecido la habitación de huéspedes pero Rennier se negaba a aceptar más que el sillón, desde ese lugar podría vigilar mejor sus movimientos.

- Tiene que cenar, señorita Marsden. Ya lo sabe - su tono era como siempre muy serio. Ren se sentó en el sillón y dejó su bolso de mano encima de su almohada, su móvil había comenzado a vibrar pero él optó por no contestarlo, sabía ya que sería de algún idiota de la oficina del representante de Love para preguntarle cuántos paparazzis había visto en el ingreso a la casa. ¿Es que no les importaba que ella casi había muerto? No lo entendía.

Con Love Marsden · 20 Hrs. · Apartamento de Love ©

No Hope, no Love, no Glory

Love Marsden

El ser actriz y drogadicta le había enseñado a Love a mentir de forma magistral. Si bien sus hermanos mayores, Maxwell y Jannick la visitaban cada día de pase que tenían ella se las había ingeniado para presentarles una vida llena de lujos y pequeños caprichos consentidos. Al único que no había podido engañar había sido a Rennier, él parecía notar aquello que Love más se esmeraba en ocultar a los demás. Love había despedido a todos sus empleados, reubicándolos en las casas de sus compañeros de elenco, solamente había mantenido a Rosemary, su ama de llaves quien también se encargaba del aseo general de la pequeña casa de Love. 

- En serio Rennier, si vas a quedarte aquí tengo tres condiciones, la primera, soy Love, nada de señorita..- dijo Love alzando un delgado dedo índice- La segunda, tienes ya lista la cama en la habitación de huéspedes, no quiero que duermas en mi sofá..- continuó hablando, su voz sonaba cansada a pesar de haber pasado los últimos dos días durmiendo- tercero, no puedes andar desnudo por la casa, o con una toalla en la cintura..- Love barrió el cuerpo de su guardaespaldas con la mirada antes de dejarlo a solas en la sala de estar para ir a la cocina. 

La depresión había llevado a Love al borde de la anorexia, había sido el mismo Rennier quien la hubiera descubierto en sus intenciones y la hubiera acompañado en un largo proceso de recuperación. No es que ella tuviera hambre en ese momento, pero se imaginaba que él si y que no se detendría hasta que ella no comiera también. Love sacó algunos cazos y comenzó a preparar algo de pasta con espinaca, crema y champignones, paradójicamente Love había encontrado cierto sosiego en al cocina -además de en su jardín-.

Con Rennier Novick · 20 Hrs. · Apartamento de Love ©

No Hope, no Love, no Glory

Rennier Novick

Rennier conocía a Maxwell y a Jannick, por lo que sabía cada hermano estaba ubicado en una sección diferente así que eran tan unidos como podían ser en esas condiciones. Había pensado más de una vez en hablar con ellos de la situación de la actriz pero siempre optaba por no hacerlo, no quería complicar más todo el asunto y Love parecía alejar a cualquiera que quería ayudarla, lo había hecho con casi todos sus empleados.

Suspiró cuando ella lo dejó solo en la sala de estar, le había dado tres condiciones de las cuales dos no podía cumplir. Primero porque cuando entró a trabajar, le habían pedido de la agencia que representaba a Love que se refiriera a ella por su apellido y Ren era muy formal en su trabajo. Y tampoco pensaba ceder en lo del sillón, él estaba allí para cuidarla, no por una pijamada.

El guardaespaldas sacó su móvil y atendió las llamadas y los mensajes antes de dejarlo sobre la mesa frente al sofá y caminó hasta la cocina, ya mientras caminaba le llegaba el delicioso olor a la pasta que ella estaba preparando. Rennier se recargó en el umbral de la puerta, con los brazos cruzados sobre su pecho y su mirada en ella. - ¿Necesitas ayuda? - le preguntó, ella se veía mucho más saludable en cuanto a su peso pero en su cara se reflejaba todo el sufrimiento que estaba padeciendo.

Con Love Marsden · 20 Hrs. · Apartamento de Love ©

No Hope, no Love, no Glory

Love Marsden

Gran parte de la anorexia y la depresión con las que Love luchaba cada día se debían a la ausencia de Maxwell, su hermano mayor. Maxwell era un renegado, se había negado a adoptar una facción y se había borrado del mapa, él apenas si se comunicaba con Love o con Jannick dejando notas perdidas en los lugares más impensados, pero éstas escaseaban, y es que su hermano mayor no había sido fácil de localizar, el mismo Jannick se había visto frustrado más de una vez al intentar ubicarlo. Love suspiró buscando concentrar su atención en la cocina, pensar en Maxwell la llenaba de dolor paralizándola, y es que Love no podía evitar buscarlo en cada hombre que veía que pudiera tener su edad. 

- Estoy bien, Ren..- dijo Love sin siquiera mirarlo, no había tenido tiempo de amasar algo por su cuenta y tendrían que conformarse con los fideos comprados que Rosemary había comprado unos días atrás, su ama de llaves siempre se preocupaba de mantener sus alacenas llenas- ¿Eres alérgico a algo?- quiso saber ella echando los fideos a la olla mientras cocinaba los camarones con salsa de soja en una sarten. Era una comida demasiado calórica para ser la cena, pero sin duda ambos necesitaban un buen plato de comida en sus estómagos. 

Con Rennier Novick · 20 Hrs. · Apartamento de Love ©

No Hope, no Love, no Glory

Rennier Novick

Rennier avanzó hasta la cocina, sentándose en uno de los taburetes altos que ella tenía. Uno de sus codos estaba apoyado en la mesa y usaba la palma de su mano para descansar su cabeza, su mirada en dirección a ella. Los fideos le parecían una gran idea aunque algo pesado. Ren tenía una dieta muy estricta que intentaba seguir al pie de la letra siempre que podía pero no iba a negarse a una comida casera hecha por la castaña. - No que yo sepa.. - le respondió luego de acomodarse en su lugar, observando ahora como ella cocinaba. Love se veía muy resuelta en la cocina, se movía de la sarten a la olla con rapidez y tranquilidad, incorporando algún condimento más sin seguir ninguna receta. Ren era terrible en ese aspecto, no es que fuera malo en la cocina pero no era muy decidido, hasta preparaba su café en las mañanas con el envase al lado, siguiendo las instrucciones de la etiqueta.

- ¿Quién te enseñó a cocinar? - le preguntó con algo de curiosidad, ella era una muchacha muy agradable, inteligente y, como no era de extrañar trabajando en una serie de comedia, muy graciosa. Obviamente todo cuando no estaba drogada o sumida en su depresión. A Rennier le gustaba tener la oportunidad de tener una charla amena con ella, últimamente eso no pasaba muy seguido.

Con Love Marsden · 20 Hrs. · Apartamento de Love ©

No Hope, no Love, no Glory

Love Marsden

Love no tenía manera de ser una niña desagradable, aún con el temperamento de su padre, siempre había estado su madre para mantenerlo a raya. No solamente eso, sus hermanos mayores siempre habían estado junto a ella sin hacer diferencia porque ella fuera una niña y la más pequeña de la familia. Love no había vivido nunca una experiencia traumática hasta que Maxwell había decidido dejar Axies atrás para hacer su propia vida olvidándose de ella y del resto de sus familiares. Eso había quebrado algo en ella que no había logrado reparar sin importar cuando años hubieran pasado ya de eso. 

- He aprendido mucho por mi cuenta, otro poco consultando con mi madre..- dijo Love tratando de alejar sus pensamientos de Maxwell y volver a ese momento, a Rennier y su cena- Si quieres comer bien y saludable, siempre es mejor que tu mismo estés en el plato..- agregó, ella siempre se llevaba sus propias viandas de comidas al set. Había agregado una ración extra para Rennier ahora que él la cuidaba- Gracias por estar conmigo todo este tiempo, se que no te lo he puesto fácil últimamente..- la mirada de Love se encontró con la de Rennier y ella le sonrió antes de retirar los fideos para colarlos bien y agregarlos a la mezcla de crema, champignones y espinaca. 

Con Rennier Novick · 20 Hrs. · Apartamento de Love ©

No Hope, no Love, no Glory

Rennier Novick

Rennier no podía entender del todo eso, no era un tipo de familia. Su madre había muerto cuando él tenía dieciséis y con su padre llevaba siete años sin hablarse. Su historia familiar era algo compleja, sus padres Henrik y Barbara lo habían tenido siendo prácticamente adolescentes, tenían dieciocho años cuando Rennier llegó al mundo y ninguno estaba listo para formar una familia. Como consecuencia él se había criado con sus padres terminando y volviendo cada un par de meses y en el medio habían nacido sus medio hermanos: Cleopatra de una de las amantes de su padre y Kennedy y Hester de otra. Por mucho esfuerzo que su madre había puesto en intentar recomponer la relación entre ellos, él nunca pudo perdonarlo.

Love lo hizo reírse suavemente con aquella frase, sonaba sacada de algún tipo de comercial sobre escuelas de cocina o algo así. Lo cierto es que como jefa, ella la mejor. Era muy amable con todos sus empleados y nunca se le había subido la fama a la cabeza por más rumores idiotas que salieran en las revistas, ella seguía firme a sus raíces y muy humilde en su opinión. - Tú lo vales, pero... - Ren hizo una pausa, poniendose un poco en el papel de amigo al bajar sus barreras y tutearla - tienes que aceptar la ayuda, intentar mejorar - terminó él muy serio, su mirada la buscaba con intensidad.

Con Love Marsden · 20 Hrs. · Apartamento de Love ©

No Hope, no Love, no Glory

Love Marsden

La angustia y la desesperación que Love solía sentir no era algo que ella eligiera, si ella pudiera cambiar algo en su vida sería recuperarse de la depresión por completo y eso era algo que Rennier parecía no comprender algunas veces. Love no dijo nada al respecto, sonriéndole apenas de medio lado antes de volver a la comida, retirando del fuego la pequeña olla que había estado utilizando antes de pedirle a Rennier que la ayudara a poner la mesa para dos en la pequeña mesa de la sala de estar. Rosemary había llamado unas cien veces a Rennier en esos días, preocupada por la salud de Love, aliviada de que ella ya estuviera en su hogar con él como compañía.

- Ya está todo listo..- dijo Love mientras terminaba de acomodar los camarones sobre la pasta, disfrutando en silencio de cómo lucía aquello, el collage de colores y texturas entre la pasta, los camarones, la espinaca y los champignones y como la salsa de soja y la crema lo juntaba todo. Ella sonrió, esperando por Rennier para que él se uniera a ella en la mesa. Eso iría más que bien con vino, pero ella lo tenía completamente vetado de momento y Rennier no bebía alcohol estando en servicio- Espero que te guste, aunque sea algo un poco improvisado..- Love sonrió de nuevo, saboreando cómo el sillón se hundía un poco a su lado cuando Rennier se sentó a su lado, y ambos comenzaron a comer.  

Con Rennier Novick · 20 Hrs. · Apartamento de Love ©

No Hope, no Love, no Glory

Rennier Novick

Rennier sabía que Love no controlaba sus sentimientos pero para él, ella si era dueña de sus adicciones y no la veía afrontar su adicción a las drogas como ella debía, Love seguía negando todos sus problemas ante el mundo como si no fuesen evidentes a esa altura para cualquier persona que la conociera minimamente bien. Se refería a actitudes como esas, en las que ella no le decía nada a modo de respuesta si no que solo se lo quedaba mirando o le sonreía antes de realizar cualquier otra actividad. Rennier iba a insistir con el tema hasta que ella le pidió ayuda con la mesa, quizás ya era mucho para ese día.

No tardó en volver al comedor junto a ella luego de ir al baño a lavarse las manos en el baño de la planta baja. - Si haces un platillo así de manera improvisada entonces me encantaría saber de qué eres capaz con preparación.. - le dijo él al observar su plato con una ceja en alto, no solamente se veía exquisito si no que la decoración era digna de esos programas de cocina que su madre solía ver. Tomó su tenedor y probó un poco de su pasta y un camarón que había pinchado, haciendo un pequeño ruido de placer al saborear su comida. - En serio te luciste - le dijo él una vez que había tragado, tendría que poner un esfuerzo extra en su entrenamiento esa semana pero valía la pena. La pasta estaba deliciosa.

Con Love Marsden · 20 Hrs. · Apartamento de Love ©

No Hope, no Love, no Glory

Love Marsden

Las adicciones de Love se regían enteramente por sus emociones y sentimientos y últimamente ella no se sentía bien, la mayoría de los días estaba muy lejos de estarlo. Haberse intoxicado mientras Rennier no estaba había sido tocar fondo y ahora no tenía más opción que subir, Rennier estaba empecinado en ello y era hora de que Love se dejara ayudar por él y que hablara de su enfermedad con Jannick, su hermano mayor. La mirada de Love encontró a Rennier, él estaba comiendo de lo que ella había preparado, no solamente la halagaba sino que había verdadero placer en su rostro. Love no supo por qué, pero aquello hizo que se sonrojara, y es que ella no solía cocinar más que para ella, para Rosemary ocasionalmente, sin mencionar que las viandas que preparaba para ella y Rennier para el set eran más bien saludables.

- Si te portas bien, puedo cocinar algo con tiempo el fin de semana próximo..- dijo Love con una sonrisa amable en su rostro, comiendo de su plato con lentitud. Como anoréxica en rehabilitación, el asunto con la comida aún era delicado, Love jugaba mucho con la comida en su plato paseándola por él, comiendo bocados muy pequeños que masticaba demasiado- ¿Cuál es tu plato favorito, Ren?- preguntó, había conseguido comer poco más de medio plato y ya estaba satisfecha, para ser ella, Love había comido más que bien, y eso se debía a que apenas si había probado bocado estando hospitalizada. 

Con Rennier Novick · 20 Hrs. · Apartamento de Love ©

No Hope, no Love, no Glory

Rennier Novick

Rennier volteó su cabeza para verla, tenía la boca llena de la deliciosa pasta así que se limitó a asentir con la cabeza. La idea de otra comida casera hecha por Love sonaba más que bien. A diferencia de ella que todavía paseaba su tenedor por el plato con lentitud, Ren estaba acostumbrado a comer rápido y mucho. Para cuando la castaña volvió a hablarle, a él ya solo le quedaban un par de camarones en su plato, él jamás jugaba con su comida pero si le gustaba cuando algo estaba tan bien preparado como eso dejar lo mejor para el final. El joven guardaespaldas hizo una pausa y se limpió la comisura de los labios con la servilleta antes de responderle.

- Roast beef al vino con esas pequeñas papas redondas bien doradas - le contestó él con una pequeña sonrisa en sus labios. - Hay una historia alrededor de eso, ¿quieres escucharla? - Love no tardó el devolverle la sonrisa con toda la frescura y amabilidad que para él la caracterizaba. - Cuando era pequeño escuché una vez la receta en la radio o la televisión, no lo recuerdo bien - empezó él, haciendo una corta pausa - Como sea, se veía delicioso así que le pedí a mi madre un millón de veces que me lo preparara hasta que una vez para cenar ella lo hizo... O por lo menos eso fue lo que me dijo... La verdad era que era como una pasta horrible de broccoli y vaya a saber qué más, odiaba como todo niño los vegetales y esos eran sus métodos para hacer que los coma - Ren dejó escapar una suave risa, su madre había sido todo un personaje y recordarla siempre lo reconfortaba un poco. Él sentía que ella seguía cerca. - Tardé años en enterarme lo que era verdaderamente el roast beef, pero una vez que lo probé en un restaurant en seguridad fue tan bueno como pensé que sería de pequeño. Desde ese entonces es mi plato favorito - su tono era divertido, era la primera vez en todo el tiempo que él trabajaba para Love que bajaba la guardia de esa forma.

Con Love Marsden · 20 Hrs. · Apartamento de Love ©

No Hope, no Love, no Glory

Love Marsden

Rennier llevaba seis meses trabajando para Love, y si bien él siempre había sido amable y atento con ella y sus necesidades, nunca se había generado una conversación tan amena e íntima como esa. En su momento Love le había preguntado por su familia y no había salido muy bien, Rennier apenas si le había gruñido que su padre era un infiel empedernido que le había dado tres medios hermanos menores con los que casi no hablaba y que su madre había muerto cuando él era adolescente. Se notaba lo feliz que hacía a Rennier el hablar de su madre, por lo que él decía era una mujer divertida y encantadora, Love no pudo evitar sonreír al imaginar la cara de desencanto de un pequeño Rennier al probar su ansiado plato y descubrir que eran vegetales.

- Mi madre siempre nos alentó a una alimentación sana y variada, si no fuera porque tengo cierta debilidad a los frutos de mar, sería totalmente vegetariana..- por la mirada intrigada de Rennier, Love supuso que había algo que no le cerraba en su explicación- No como carne roja, ni blanca, pero no he podido dejar los camarones, y algunos otros frutos de mar..- explicó, siendo que ambos tenían dietas estrictas, Love siempre preparaba viandas saludables para ambos, claro que las de Rennier solían incluir cortes de carne, pero no las de ella- como te podrás imaginar, mi plato preferido es la cazuela de mariscos..- confesó Love con algo de vergüenza y una sonrisa de medio lado- ¿Puedo ofrecerte algo de té antes de dormir? Ayudará a bajar un poco tanta comida..- sugirió, para llevar un largo tiempo recibiendo visitas muy esporádicas, Love era una gran anfitriona. Y es que antes de que la depresión la capturase, Love si disfrutaba de hacer reuniones con amigos y recibir gente en su hogar.

Con Rennier Novick · 20 Hrs. · Apartamento de Love ©

No Hope, no Love, no Glory

Rennier Novick

Rennier no era un hombre que compartiera tanto como lo acababa de hacer, menos siendo tan formal con ella como había sabido ser hasta ese día prácticamente. Hablar de su madre era algo que siempre lo animaba pero también la hacía extrañarla incluso más, ella había sido la mejor persona que había conocido y lo único que él no entendería jamás era como le había perdonado tanto al idiota de su padre. Renn lo apartó rápidamente de sus pensamientos para no molestarse y siguió devorando su pasta mientras Love le contaba de su dieta. Era curioso como se le había pasado por alto ese detalle, él llevaba medio año trabajando para ella y no se había dado cuenta jamás de que ella no comía carne roja ni blanca, pero ahora pensaba en las viandas que ella llevaba al set y tenía sentido.

- Yo no podría vivir así.. - comentó, la proteína que le aportaba la carne era una parte fundamental en su dieta. Además de que le encantaba. El guardaespaldas sonrió con ternura cuando ella le contó con timidez su comida favorita, Love le parecía una mujer adorable. Además era un logro que ella pudiera hablar de comida de manera animada después del cuadro de anorexia que, aún hoy, ella seguía padeciendo.

Rennier asintió a su propuesta, la cena había sido excelente. - Tú cocinaste así que dejame levantar los platos y limpiar todo mientras los preparas - le pidió, Love tardó en aceptar y es que se le notaba que era una excelente anfitriona pero él ya estaba abusando demasiado de su bondad al ser ella la que lo estaba atendiendo en su horario de trabajo. Ambos fueron a la cocina y se pusieron a trabajar, Rennier terminó de limpiar con Love ayudandolo a guardar las cosas mientras siguieron hablando de tonterías hasta que el agua hervió en la pava y el té estuvo listo para servirse. Rennier se tapó la boca para bostezar cuando su taza ya estaba mitad vacía, había sido una velada muy agradable pero los últimos días habían sido un caos y ahora que se había relajado un poco, solo quería irse a la cama a dormir.

Con Love Marsden · 20 Hrs. · Apartamento de Love ©

No Hope, no Love, no Glory

Love Marsden

Rennier quería ayudar a Love con los trastes sucios, y en otra situación, que no hubiera estado tan agotada, se habría hecho cargo de todo, después de todo era su papel como anfitriona. Tener a Rennier en la cocina era agradable, él le daba algo de charla sobre tontería, hablándole sobre las enfermeras que la habían atendido, mientras ambos se encargaban de dejar todo en su lugar. Rosemary era una mujer ya grande y Love siempre buscaba hacer su trabajo más liviano. Love no demoró en sacar un montón de pequeños frascos con diferentes mezclas de té en hebras para que Rennier eligiera alguno, era obvio que no tenía idea de lo que ella ofrecía por lo que él fue a lo seguro y tomó lo mismo que ella, una mezcla de valeriana y rosa mosqueta.

- Con esto dormirás antes de que termines de acomodarte en el sofá..- le dijo Love con una sonrisa amable en su rostro. Jannick le había obsequiado ese té luego de que Love le mencionara alguna vez que tenía algunos problemas para dormir, y es que luego de reconocerse dependiente a los somníferos había dejado de utilizarlos, fue entonces cuando comenzó a padecer de insomnio y ansiedad- Aún no me he rendido sobre que uses una habitación para ti, hay una justo frente a la mía...- agregó, ya había dejado las tazas vacías en el fregadero y Rennier la había acompañado hasta la puerta de su habitación- Hasta mañana, Renn..- finalizó, dejando un beso en la mejilla de su guardaespaldas para meterse en su habitación.

Con Rennier Novick · 20 Hrs. · Apartamento de Love ©