2. Because it came from you.

Because it came from you.

Harvey Suresh

Aquello debería ser un puto sueño, seguramente alguna fuerza celestial lo había tomado mientras dormía para cumplirle un sueño y se lo había concedido, su doctora, Renae, a la que  Harvey adoraba mas allá del trato entre paciente - doctora le había ofrecido quedarse en su casa por unos días para cuidarlo y ayudarlo a recuperarse de su brazo roto, había conseguido que le dieran el alta y ambos habían salido del hospital, el castaño podía caminar normalmente pero la anestesia lo hacía tambalearse un poco aún, por lo que se había tomado del brazo de Renae y habia sonreido al descubrir que ella no vivía lejos del hospital, ahora sabía su dirección, Harvey era su fan numero uno. El le contó que sus primos estaban por organizar una fiesta de reencuentro entre ellos y le encantaría ir el fin de semana, todos habían sido muy unidos de pequeños pero el cambio de facción de muchos de ellos los había apartado demasiado, incluso él era el único que había elegido deporte.

Ambos habían ingresado al Apartamento mientras hablaban entre ellos y Harvey no pudo evitar mirar cada uno de los rincones de aquel apartamento como si estuviera viendo el alma allí de Renae, estaba idiotamente enamorado de esa mujer. Él se quedo parado en la entrada, bastante cohibido por estar en un sitio desconocido. - Es.. es un lindo piso Renie.. - le dijo lo primero que le salió de los labios, dando un paso hacia delante para observar las fotografias que ella tenía colgadas, la curiosidad podía con el castaño.

ConRenae · 10 AM · Apartamento de Renae

Because it came from you.

Renae Callighan

Renae vivía en un bonito apartamento en el 5°D de un antiguo edificio que, además de ser espacioso y muy bien iluminado, tenía una excelente ubicación. Estaba a solo una manzana del hospital y aquello era una gran comodidad, en salud ella estaba algo alejada y siempre se le había hecho una tortura la vuelta de la guardia. Era muy agradable saber que, al salir de trabajar, no tendría que pasar tanto hasta que ella pudiera estar en su hogar, acurrucarse entre las sábanas de su cama y descansar. Renae saludó con una amplia sonrisa al portero una vez que entraron al edificio y siguió escuchando a Harvey hablar de su familia, él hablaba con mucho afecto de sus primos y eso le parecía muy dulce.

Renae pensó que iba a tener que empujarlo para que él ingresara pero Harvey se hizo paso hasta sus fotografías mientras ella lo seguía. - Ellos son mis padres - le dijo, señanadolos con su dedo índice - Mis tíos, mis primos y luego hay de algunos amigos de Salud y otros de aquí - Renie esbozó una pequeña sonrisa, por más difícil que era cuando uno era el que se iba, todos en deportes eran muy agradables y eso ayudaba. Era un buen lugar para vivir y ella estaba muy agradecida de las amistades que había hecho, tanto en el hospital como fuera de él. - ¿Quieres tomar o comer algo? - le preguntó mientras caminaba por el apartamento, había dejado a Harvey con sus fotos y ella había colgado su saco, guardado su mochila y ahora estaba acomodando un poco pequeña sala de estar, sus mejillas sonrojadas al apurarse por sacar de encima de un cojín un sostén que había tirado en el apuro el día anterior. Renae no quería mirar a Harvey por si él se había percatado, se sentía algo avergonzada, ella solía ser mucho más organizada que eso.

Harvey Suresh · 10 AM · Apartamento de Renae ©

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Harvey Suresh

Renae parecía muy feliz en las fotografías de la sala con todos sus afectos y lo que el daría por estar en un portaretratos abrazado a la morena, Harvey negó con a cabeza a esos pensamientos que solo eran sueños sin sentido pero completamente agradables, por más que ella no supiera lo que él sentía cada vez que la veía se conformaba con que le hablara y cuidara incluso, era gratificante estar en ese aaprtamento con cojines, sostenes sobre estos y una pequeña mesa ratona. Harvey lo había observado todo y aunque Renae solo podía estar avergonzada por ese hecho él solo pensaba en hundir su nariz para sentir el olor de ese sosten que había albergado los pechos llenos de la morena. Otra vez el castaño había tenido que negar con la cabeza, su mente era una completa porquería al pensar en ella.

- Si quieres puedo cocinar algo, no voy a permitir abusar de tu hospitalidad sin que pruebes mis pastas.. - Harvey volteó para verla, ella estaba hermosa así de sonrrojada solo por dejar un sosten en su sillón y eso le parecía adorable. El moreno tenía el estómago vacio despues de estar esos días en el hospital a gelatina y mermeladas asquerosas. Un plato abundante podría solucionar aquello - De seguro tienes hambre, con todo el tiempo que te he echo perder, solo dime donde estan las cosas y yo cocinaré algo rápido.. - Su tio Marsden era un reconocido chef de Alimentos y le había enseñado mucho cuando él había ido a vivir solo. Harvey se tomó de su brazo malo al sentir una leve punzada, debería acostumbrarse a eso.

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Renae Callighan

Las fotografías en su pared eran muy importantes para ella, le recordaban a las personas que más quería en su vida y también hacía que los extrañara menos. Su foto preferida era la de ella en los hombros de su padre, no había pasado día desde su muerte en el cual ella no había pensado en él, era algo cursi de pensar pero para Renie, él si la cuidaba desde donde sea que estuviera. Renae ignoraba las intenciones que Harvey tenía con ella, seguía pensando en que era un enamoramiento pasajero y que cuando él dejaba su consultorio, también se olvidaba de ella.

Renae terminó de acomodar y escuchó la propuesta de Harvey, no le parecía tan mala idea siempre y cuando él no sufriera por su brazo malo. - ¿Estás seguro? No hago las mejores pastas pero me defiendo bastante bien en la cocina - le dijo ella con una sonrisa de satisfacción, había tenido que aprender a cocinar luego de mudarse sola pero apenas si tenía tiempo de hacerlo. La mayoría de los días llegaba demasiado cansada como para preparar otra cosa que no fuesen emparedados de mantequilla de maní y mermelada. Harvey parecía insistir con ello así que ella terminó cediendo, fue hasta la cocina y le mostró donde estaban ubicadas las sartenes bajo la pequeña encimera de la cocina y en la alacena un paquete de fideos que ya estaban algo próximos a su fecha de vencimiento.

- Yo iré a darme un baño mientras tu empiezas, ¿está bien? Cualquier cosa que necesites no dudes de gritarme desde la puerta del baño - Renae lo despidió con una sonrisa y se dirigió a su cuarto para agarrar algo de ropa y llevarsela a la ducha, no quería tener que pasearse en toalla en frente de él.

Harvey Suresh · 10 AM · Apartamento de Renae ©

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Harvey Suresh

Gracias a su insistencia había logrado que Renae lo dejara usar la cocina, Harvey le sonrió de manera victoriosa mientras ella le enseñaba lo que podía usar para las pastas y donde estaba cada cosa en la despensa. El castaño le había dicho que no se preocupara y que se tomara su tiempo para su baño antes de dejarle un beso en la mejilla y dejarla ir tranquilamente, creía poder cocinar con su brazo roto.

El castaño Suresh tomó una sarten y una olla para hacer hervir el agua que serviría para los fideos mientras preparaba una salsa en la sarten con lo que acababa de encontrar en el refrigerador y creía le podía hacer falta, sus movimientos no eran tan rápidos al usar una sola mano por lo que había evitado usar el cuchillo y hacerla más líquida y con crema encima. Para cuando Renae estuvo lista el castaño ya había puesto la mesa con dos platos y hasta la había decorado con una vela que había encontrado en uno de los cajones, porque no podrían tener su cita al aire libre por lo que la tendrían allí en medio de la noche. Harvey le corrió la silla sonriendo con caballerosidad como si estuvieran en la epoca de los Luises para que se sentara. - Bienvenida Renie, a la mejor cena que has probado.. - bromeó él antes de sentarse frente a ella para comer. Eso era sin duda un pequeño banquete.

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Renae Callighan

El agua sobre su cuerpo se sentía demasiado bien, Renae se relajó de pie frente al grifo durante un rato antes de lavar su oscura cabellera y enjabonar todo su cuerpo con total tranquilidad. No era exactamente su baño de inmersión pero no quería dejar a Harvey en la cocina tanto tiempo y eso se sentía igual de bien después de trabajar durante más de un día y todo el lío del hombro del deportista.

Renie se cambió en el baño y salió cuando con una camiseta blanca y un pantalón informal negro, él ya había terminado de servir la mesa, su cabello formaba ondas sobre sus hombros y estaba apenas húmedo. - Wow, Harvey - es todo lo que pudo decir, todo se veía magnífico. Él realmente se había esmerado, más al tener solo un brazo disponible. Era una de las cosas más dulces que habían hecho por ella y no pudo evitar sonreír con ternura mientras él acercaba su silla a la mesa. - Eres demasiado dulce, guapo - le dijo ella, ladeando la cabeza para mirarlo. Nuevamente sabía que eso no era ético y otra vez no le importaba, estaba fascinada con ese gesto. Renie probó la pasta, Harvey cocinaba maravillosamente.

Harvey Suresh · 10 AM · Apartamento de Renae ©

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Harvey Suresh

  Se había esmerado para que las pastas salieran bien y lo había conseguido, le había costado lavar los platos pero había hecho todo su esfuerzo para dejar la cocina minimamente presentable y limpia con lo que podía. Su cabetrillo era fácil de manejar pero la intervención había sido muy reciente para confiarse. Harvey le sonrió al verla recien bañada y con el cabello húmedo, era todo un espectáculo para sus ojos celestes.

- Creo que a muchos hombres no les gustaría que les llames dulces, pero creo que puedo vivir con ello.. - bromeó Harvey mientras se servía un plato generoso de fideos y comenzaba a comer. - Ya que no podremos ir a nuestra cita, creo que esto servirá coomo una.- Renae no se daba por aludida de lo enamorado que estaba el castaño y todo lo que hacía por llamar su atención, a pesar de sus indirectas directas y todo.

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Renae Callighan

Renie negó con la cabeza, iba a recordarle que no sería una cita hasta que él se recuperara y ella dejara de atenderlo pero algo en ella la frenó. Se sentía muy halagada por Harvey y siempre había disfrutado el coqueteo en el consultorio, él era un hombre muy hermoso con sus rulos descontrolados y sus brillantes ojos celestes. Además la joven doctora ya lo había visto con poca ropa y su cuerpo no se quedaba atrás, el deporte había dado sus frutos y él se veía increíble.

- ¿Cómo preferirías que te llame? - le preguntó, siguiendo su broma de manera divertida. Era una linda velada y la pasta estaba deliciosa, Renie era pésima identificando sabores así qué no tenía idea de qué había en la salsa. - La próxima vez, yo prepararé el postre - ofreció ella, lo dulce era algo que se le daba casi tan bien como la medicina. Sus brownies con chocolate y crema eran legendarios.

Harvey Suresh · 10 AM · Apartamento de Renae ©

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Harvey Suresh

  Harvey envolvió sus fideos en el tenedor y se llevó éste a los labios mientras la observaba, ahora que estaba bastante más despierto por la falta de anestesia debería dejar de hablar tonterías pero era verla e intentar tontear con pequeños detalles. - Con chico guapo estoy bien.. - él le contestó encogiendose de hombros, él no tenía un apodo, siempre lo habían llamado con su nombre de pila, salvado la excepción de sus primos cuando eran pequeños y se les había ocurrido nombrarlo el Gokú por sus cabellos desprolijos y llenos de rulos largos y cortos, aquello era lo que Harvey le contaba a Renae mientras la cena avanzaba. - Cuando era niño tenía el cabello muy largo y mis primas intentaban peinarlo, pero era bastante imposible.. - por suerte. Love y Mikah eran terribles con un peine y tijeras en sus manos.

- Me agrada la idea de una próxima vez... -¿Que tendría que quebrarse esa vez para que ella le ofreciera el postre? Harvey esperaba que nada, ya con el estar allí estaba satisfecho, el pasó un poco de pan por la salsa de su plato, terminandolo.

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Renae Callighan

Renae la estaba pasando muy bien, Harvey le contaba aún anécdotas de su infancia de las cuales ella se reía, sintiendo mucha ternura por él. No se imaginaba como sería su pelo de pequeño si él se refería al mismo como si ahora no lo llevase largo. Renie le había contado que conocía a una de sus primas de salud cuando él mencionó su apellido, no habían estudiado juntas pero estaba segura que habían coincido en alguna guardia o algo así. Ella terminó un poco antes su cena que él y se quedó observándolo, dándole tiempo para que finalice y así poder levantar y lavar los platos.

La doctora se sonrojó al escucharlo, no se había dado cuenta de que ella misma había traído la posibilidad de una segunda cita con su paciente. Parecía que lo que habían hablado sobre esperar a que él se recupere no importaba y Renie solo se preguntaba con qué cara lo veía en su consultorio durante las próximas semanas o qué dirían las enfermeras. Ella se mordió el labio inferior con estos pensamientos, lo mejor era dejar el tema de lado e intentar volver a ponerse firme con Harvey. - ¿Ya terminaste? - le preguntó levantándose una vez que su plato estuvo vacío, llevándose también el de él así como el pan hacía la cocina. Renae se puso a asear todo y en un par de minutos estuvo de vuelta con Harvey que la esperaba en el mismo lugar que ella lo había dejado.

- Bien, creo que lo mejor sería que por esta noche tú durmieras en mi cama.. - le dijo acomodándose el cabello mojado en una cola de caballo alta, se arrepentiría al día siguiente cuando su cabello fuera un desastre de ondas pero siempre que llegaba de trabajar intentaba ponerse lo más cómoda que podía.

Harvey Suresh · 10 AM · Apartamento de Renae ©

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Harvey Suresh

No era sorprendente que ella conociera a alguna de su familia, habían más de un Marsden en cada una de las facciones, la familia de su madre era muy numerosa y unida, a diferencia de los Suresh como su padre quienes eran pocos allí. El castaño se levantó para ayudar a Renae a poner las cosas en su lugar, ya conocía cada uno de los sitios donde ella guardaba los utensilios de cocina, prometiendole que luego le daría una fotografía de él cuando era pequeño como si ella alguna vez se lo hubiera pedido. Había hecho demasiado por ese día y si no se cuidaba su brazo volvería a sufrir los esfuerzos que ya se notaban, Harvey intentaba ocultar el dolor que sentía por momentos para no preocupar a su doctora, no necesitaba estar tan pendiente de él.

- Ya has hecho mucho por mi Renae, no voy a robarte la cama tambien, puedo dormir en el sillón o a tu lado, prometo que no pateo ni hablo dormido.. - los ojos celestes de Harvey brillaban con entusiasmo, había sido completamente franco, pero había algo más allí que lo ilusionaba y aquello era la idea de poder verla dormir junto a él esa noche, Harvey sintió otra punzada en el brazo, él apretó la mandíbula, esperando por la respuesta de la morena.

Con Renae · 10 PM · Apartamento de Renae ©

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Renae Callighan

Harvey era adorable, se comportaba como un niño emocionado en la mañana de navidad y eso hizo que Renie sonriera, eso hasta que él hizo una mueca de dolor. Ella repasó en su cabeza los horarios de la medicina de Harvey, lo mejor era que él tomara uno analgésico para pasar bien la noche.

- Ven, vamos - Renae lo guío hasta su habitación, ella ya había acomodado las pocas cosas fuera de lugar cuando salió de bañarse. - No es mi momento más ético pero me quedaré contigo esta noche, solo para cuidarte. - le aclaró, sacando unas almohadas del camino para que él pudiera acomodarse, Harvey se metió bajo las sábanas con rapidez. Renae negó con la cabeza, divertida con esa situación. Fue hasta su sillón para sacar de su cartera las pastillas de Harvey y agua para que él las tome, tendiendoselas cuando volvió.

Harvey Suresh · 10 AM · Apartamento de Renae

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Harvey Suresh

Estaba en su momento, parecía tonto si pero el estaba enamorado de su doctora y fantasear con dormir con ella era todo un triunfo. Harvey ya estaba en pijamas cuando se metió en la cama y se tapo con la sábana como todo un niño obediente e inocente.

El acomodó su brazo roto para que no le molestara mientras tomaba la píldora y el agua que su doctora le da en la boca. - Yo prometo comportarme y curarme pronto Rennie.. - le dijo sonriendo mientras se acomodaba para poder dormir con ella y no tener que sufrir tanto dolor.

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Renae Callighan

- Pondré la alarma para dentro de unas horas, tienes que tomar el resto de tu medicación - le dijo, su cabeza nuevamente haciendo cálculos sobre el tratamiento de Harvey. La doctora puso las alarmas y luego tomó algunas almohadas y las acomodó para que le hagan de sostén al brazo malo de Harvey, así él estaría más cómodo.

Renae dejó el control remoto del televisor en la mesa de luz del lado de Harvey y se metió en la cama del otro lado, quedando acostada junto a él. - Si necesitas cualquier cosa puedes despertarme..  - le dijo para bostezar después, el sueño de una intensa guardía comenzó a apoderarse de ella. - Buenas noches, Harv - Renae se acomodó en su gran cama, demasiado cómoda junto a ese pseudo extraño mientras se tapaba casi por completo con su edredón y cerraba los ojos.

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Harvey Suresh

Si hubiera tenido el brazo bien Harvey se seguro ya estaría abrazando a esa hermosa mujer que dormitaba a su lado. Pero si no tuviera el brazo de esa manera no estaría allí por lo que debía conformarse. El sonrió de lado mientras iba dormitandose sintiéndose seguro allí mismo.

El castaño no tardo en quedarse dormido pero aquello no duro demasiado. Su móvil comenzó a sonar en la mesa de luz donde lo había dejado y el lo atendió al instante pues no quería que la doctora se despertara. - Espera un momento papá.. - murmuró mientras de kentsns intentando hacer poco ruido y salió de la habitación, su padre estaba muy nervioso. Habían atacado Entretenimiento y no habían dado con su hermano pequeño, Theo. El había cortado prometiéndole que iría en cuanto pudiera ser buscarlo, aunque el dolor en su brazo lo hiciera jadear y moverse lento. - Siento haberte despertado doc.. - le dijo con pena a su doctora al verla en el umbral tan hermosa y adormilada. - La guerra ha empezado, han atacado Entretenimiento.. - todos lo sabían, solo era esperar para que fuera una realidad.

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Renae Callighan

Rennie siempre había tenido un sueño muy ligero, lo que siempre ayudaba en las guardías, pero en ese momento estaba tan cansada con su trabajo y las horas extra que había pasado en el hospital cuidando a Harvey que apenas se removió cuando el móvil del castaño sonó. Ella seguía soñando que estaba en uno de esos programas de preguntas y respuestas que grababan en algún set de Entretenimiento y que no podía responder cuántos huesos había en el cuerpo.

Entonces el sonido de la voz de Harvey desde su sala de estar llegó a ella, adoraba su casa pero tenía paredes de papel y todo se escuchaba. Renni se levantó rápidamente de su cama, preocupada por si él se había caído o estaba muy adolorido cuando lo encontró apoyado contra su sillón. Harvey tenía su móvil en su mano y se veía nervioso y preocupado.

El castaño le dijo que la guerra había comenzado y ella tuvo que recargar su espalda contra la pared, llevandose una de sus manos a su boca. - ¿Estás seguro? - le preguntó incredula, sabía que la guerra estaba sobre ellos pero no que ya había comenzado. Renni se acercó a Harvey y puso una de sus manos en su hombro, pensando en que tenía que llamar a su amiga en Entretenimiento y advertirle lo que estaba ocurriendo.

Harvey Suresh · 10 AM · Apartamento de Renae

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Harvey Suresh

El castaño asintió a su pregunta, no era necesario porque ambos sabían a lo que se enfrentarían ni bien sacaran un pie fuera de ese apartamento. - Mi hermano ha desaparecido y mis padres están muy preocupados, debo ir a buscarlo.. - le dijo a su doctora antes de ir por su bolso para poder ir al baño a cambiarse nuevamente. Tenía fuertes dolores en su hombro que no cesaban

- Gracias por todo esto Rennie, has sido muy amable conmigo.. - el le acarició la mejilla al besar su mejilla, cerca de los labios al despedirse de ella, no sabía cuándo la volvería a ver, o si volvería a hacerlo. Todo aquello era incierto para todos ellos. Solo esperaba que ella sobreviviera, quería con todas sus fuerzas que esa mujer fuera fuerte y que no le hicieran nada. Harvey se despidió nuevamente al salir y comenzó a caminar a casa, necesitaba cambiarse para viajar a entretenimiento y llamar a sus primos Marsden para asegurarse que estuvieran a salvo en el camino.

Con Renae · 10 PM · Apartamento de Renae

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Renae Callighan

No sabía cuánto tardaría la guerra en llegar a Deportes o qué tan duro sería para los habitantes de esa facción o para el sistema de salud. Ni siquiera sabía si iban a trasladarla a otra facción o ella iba a quedarse allí, todo era muy incierto y Renni no tenía idea de dónde empezar a buscar respuestas o qué esperar. - Harv, lo siento tanto.. - le dijo ella cuando le contó que su hermano había desaparecido, temiendo por el castaño también. No se imaginaba lo preocupado o angustiado que él estaba.

Renae se dejó acariciar y lo abrazó por el cuello, pegando su cuerpo al suyo antes de darle un par de pastillas para que él pudiera sobrellevar el dolor de hombro que sentiría en las próximas semanas. - Por favor, prometeme que te vas a cuidar - le pidió, Harvey le dedicó una media sonrisa amable antes de irse. Le hubiese gustado detenerlo y ayudarlo a calmarse antes de que él se fuera, pero entendía el apuro para estar con sus padres, Renni ya se hubiese vuelto loca si se tratara de alguno de sus familiares. La joven doctora no pudo volver a dormir, se pasó un par de horas mandando mensajes o realizando llamadas a sus conocidos en entretenimiento antes de decidir que no podía soportar más estar dando vueltas en su casa. Rennie se preparó un café para llevar y volvió a armar su bolso antes de salir de vuelta para el Hospital. Al menos allí sería útil.

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